Viaje a Maldivas: islas, corales y una cama en el mar

Hace más de mil años, un archipiélago de más de 1200 islas situado a 450 kilómetros de la costa de la India yacía oculto al resto del mundo. Entre sus selvas y playas turquesas convivían habitantes que hacían de los cocos y la pesca su principal motor de vida. Por suerte, gran parte de esa esencia aún espera a quienes se disponen a iniciar su viaje a Maldivas, un paraíso en el que modernidad y tradición han sellado un pacto eterno.

Viaje a Maldivas: cuando el mundo se adaptó al paraíso

Viaje a Maldivas

©Baros Maldives.

Hace cientos de años, el archipiélago de Maldivas era un santuario natural y silencioso. Por sus playas caminaban pescadores descalzos, en las selvas moraban todo tipo de aves tropicales y las palmeras generosas cedían miles de cocos.

¿Lo mejor? Que todas estas características continúan intactas siglos después.

A pesar del compendio de influencias árabes, cingalesas e indios, Maldivas es un archipiélago único gracias a una personalidad cedida por su ubicación alejada. Una virtud que el tiempo ha sabido conservar gracias a la perfecta adaptación de sus resorts en más de 100 islas del archipiélago. La política ecológica de los hoteles incluye la evolución de los maldivos a nivel laboral, el respeto por la naturaleza y la adaptación al medio. El mejor ejemplo de unas Maldivas cuyo turismo se sustenta sobre unos principios enfocados a disfrutar del paraíso sin perturbarlo.

Resorts como Baros Maldives, situado a unos pocos kilómetros en lancha rápida de Malé, la capital de Maldivas, es el mejor ejemplo de este tipo de turismo. En sus instalaciones lucen muebles elaborados por los locales, cocos y pescado fresco sobre las mesas y una cama en mitad del mar. La perfecta definición de esas nuevas Maldivas encontradas por el mundo hace más de 40 años.

Si, además, eres romántico, estamos seguros de que Maldivas es tu lugar.

¿Te apetece un viaje al paraíso?